Ermita de la Virgen de Arraro en Sierra de Guara
La ermita, o lo que queda de ella, situada en plena sierra de Guara, es de estilo románico y sus orígenes pueden datarse de finales del siglo XI. Desde su privilegiada posición se domina buena parte del somontano oscense. Según Aramendía puede ser que tuviera función de vigilància prèvia a la conquista de Huesca.
Historia de la ermita
Fue parroquial de un pequeño reducto medieval, una plaza fortificada a la sombra de un castillo situado sobre un puntal en las mismísimas faldas de la Sierra de Guara.
Cuando el rey Sancho Ramírez reconquistó el Somontano, el pueblo se repobló. Para después decaer y quedar reducido a una simple ermita.
Las ruinas de la ermita cuentan de otros tiempos. Parece que se trataba de una construcción bien acabada y de cierta importancia que formaba un conjunto bonito y elegante. Se pueden distinguir tres tipos de piedras de distintos colores que se encuentran en los muros marcando diferentes partes de los edificios.
En la ermita parece que hubo Virgen románica que describe el Padre Faci. Se guardaba en Panzano. Fue destruida en la guerra civil, quedando memoria en una copia de la misma que se encuentra en el mencionado pueblo.
Castillo
Del castillo, sólo queda el testimonio de los entendidos que situan el lugar como un conjunto religioso militar al estilo de Samitier en el Sobarbe o de Los Santos en la cercana Sierra de Sevil, ya que no en vano tiene contacto visual con los la Torre de Santa Eulalia la Mayor, la de Los Santos, anteriormente nombrada y el Castillo de Montearagón en la Hoya de Huesca.
Entorno
El entorno de la ermita de Arraro es de una gran riqueza en flora y fauna. Es de destacar la presencia de algunos cajicos de grandes dimensiones .
Para saber más detalles sobre la construcción y su arte consultar la pagina de Antonio García Omedes: “La Guía digital del Arte Románico”.