Descripción
La Fábrica de Aceites y Harinas de Sieso de Huesca fue el motor económico del pueblo durante parte del siglo XX. Su envergadura y su localización estratégica en la zona hicieron que fuera una de las empresas más importantes de su actividad.
La energía eléctrica necesaria para su funcionamiento la suministraba una central eléctrica que se encontraba junto al río Formiga. El agua utilizada procedía de una balsa que se llenaba con agua de lluvia que fluía por gravedad hasta la fábrica.
Durante su inauguración se colocó una caja con el periódico del día y otros objetos, tal y como se hace en la actualidad. Dicen que fue colocada en la puerta de entrada que se encuentra en la placeta que hay junto a la carretera.
Enclavada en medio de un inmenso y antiguo olivar, muy reducido en la actualidad, permanece ahora detenida en el tiempo. No obstante, al contemplar la fábrica, podemos imaginar las caballerías con sus carros cargados de talegas de trigo y olivas esperando su turno para la molienda, algo que desgraciadamente pertenece al pasado.