Estás ante el despoblado medieval de Saliellas, donde si observas atentamente podrás descubrir su iglesia románica. Una gran necrópolis y los restos de sus viviendas.
Iglesia
Lo más fácil de localizar son los restos de la Ermita románica de Nuestra Señora de Saliellas. Esta ermita es conocida en la zona como “Ermita de los Moros” o “Iglesieta de los Moros”. Queda menos de la mitad de su extensión original; vemos sólo un ábside semicircular y el primer tramo de la nave, con bóveda ligeramente apuntada (s. XII-XIII). Era la iglesia del poblado, que se debió edificar sobre una necrópolis anterior ya que algunas tumbas están bajo su cimentación. En el interior de la iglesia y a partir de su costado sur podrás encontrar más de 60 tumbas excavadas en la arenisca, la mayoría tallada con forma humana (antropomorfas), orientadas, si el espacio lo permite, hacia el este, por lo que se sabe que fueron cristianas.
Poblado de Saliellas
Para imaginarte el poblado completo tienes que buscar otro tipo de talladuras en las rocas: restos de silos, aljibes, mechinales (talladuras en la roca para fijar vigas), escaleras y plantas de habitaciones. Están dispersas alrededor de la Iglesia, aunque el pueblo tuvo más extensión hacia la ladera junto al barranco de la Cunarda.
El poblado existió al menos hasta 1518, fecha en la que sufrió una devastadora peste. Se piensa que estos procesos de peste, que fueron recurrentes entre los siglo9s XIV y XVII, fueron la principal causa de la desaparición de muchas poblaciones de la zona, como el propio Saliellas, Bascués al norte o Arnillas más al sur.
Los orígenes del poblado son aún inciertos, seguramente anteriores al siglo XII. Las excavaciones arqueológicas que se están realizando en este momento podrán arrojar más datos sobre este misterioso despoblado.
Se pide respeto y extrema precaución al pasar por el entorno y no tocar nada.
Se puede acceder por la Ruta J3 de nuestra web.