Se trata de una ruta cuya finalidad es la de contemplar y comprender las características geológicas del Cañón del Formiga, reconocido como LIG (Lugar de Interés Geológico) por el Gobierno de Aragón. Partiendo del Parquing del Formiga, junto a la carretera que va a Yaso, remontamos el río, siguiendo la evolución del Cañón que el Formiga ha formado a lo largo de millones de años. Pasamos por la Badina, la pasarela a Sandicuso, los miradores del Sombrero y de la Cueva de las Polvorosas, las Crestas del Formiga, el mirador de Yara y terminamos con el mirador de la Herradura del Cañón del Formiga. La vuelta la realizamos por el mismo camino.
Salimos del Parking del Formiga. Pero antes de tomar la senda que remonta el río, nos fijamos en las muestras de yeso que hallamos en los estratos de la ladera de los Pacos Altos. Después vadeamos el río y seguimos el bonito sendero que atraviesa el bosque de pinos, dirección noroeste.
Después de recorrer 1 km por el bosquecillo de pinos llegamos a una badina que tiene forma de una gran pisada. De ahí el nombre. Se pueden observar formaciones kársticas típicas de los cañones pese a que los materiales que forman esta badina son areniscas y conglomerados Es un buen lugar de descanso para los barranquistas.
A unos 700 m del punto anterior, y a unos 300 m de la cueva, encontramos un pequeño y empinado sendero que nos baja hasta la pasarela que cruza el Formiga. De trata de una antiguo paso de rebaños hacia Sandicuso. Desde este punto se tiene una vista vertical del lecho del barranco. Se puede observar la alternancia de estratos horizontales que conforman el cañon y condicionan el gran número de saltos y badinas que se forman. Lo atravesamos y subimos por el sendero hasta el campo abierto.
Llegamos al campo abierto de Sandicuso. Este campo plano pero inclinado hacia el sur es muy pedregoso ya que está formado por la acumulación de derrubios (roca fracturada) que se fue depositando al pie de la Sierra, formando una ladera estable, lo que en geología se llama Glacis. Hay que recorrerlo, dirección noroeste, durante unos 400m. A la derecha encontramos una entrada de sendero (junto a un antiguo puesto metálico de cazadores) que nos lleva al mirador del sombrero. Si el campo estuviera sembrado deberíamos pasar por el borde exterior.
A unos pocos metros de este desvío accederemos a un pequeño rellano desde el que se puede apreciar esta curiosa roca, con forma de sombrero o gorra con un perfil humano. Esta escultura natural se debe a la diferente resistencia a la erosión entre los estratos de arenisca (más blandos) y de conglomerados (más duros)
Desde esta pequeña plataforma tenemos una visión frontal de la Cueva de las Polvosrosas, enmedio del barranco que la alberga. La cavidad se originó cuando el río Formiga circulaba a esta altura, aprovechando y excavando un estrato más blando que se puede ver al fondo de la cueva.
Siguiendo el camino ascendente podemos contemplar, desde las crestas del cañón, unas vistas espectaculares tanto del cañon mismo como de la formación geológica del Somontano de Huesca. También podemos observar la vegetación de roca en la que destacan algunas antiguas sabinas fuertemente adheridas
Siguiendo la curva del río, desde esta maginfica plataforma, contemplamos la conexión del Formiga con el espectacular Cañón de Yara. Se observan los Tozales de Guara y de Cubillas al fondo. Las rocas que ha excavado el cañón son brechas calcareas, formadas por la erosión progresiva de las rocas calizas que se ven al fondo y conforman los picos de la Sierra de Guara.
Desde este punto podemos observar la forma de herradura profunda excavada por río. Hay que imaginarse que el río trazaba esta misma curvatura cuando circulaba a la altura del mirador y que, por disolución y erosión durante unos pocos millones de años, fue profundizando. Al fondo contemplamos los picos más occidentales de la Sierra de Guara, el Mondinero y el Fragineto. La vuelta la realizamos por el mismo camino.
Como en muchas otras rutas de alta montaña, en algunos puntos del itinerario conviene no acercarse al borde de los precipicios, especialmente si se tiene vértigo. Hay que hacer caso a las indicaciones de no acercarse al borde.
Se trata de un sendero de cazadores. Tener cuidado en época de caza. El sendero tiene un trazado complicado de seguir, hay que estar atentos a los mojones.